Hoy a primera hora, ya estábamos pegados a la pared. En total se han escalado ochenta metros.
La evolución sobre el desplome, la notamos con el entrenamiento específico, que además de ayudarnos para una buena adaptación, nos da confianza a la hora de agarrar y saber que no nos vamos a caer.
La combinación con escaladas en zonas tumbadas, también nos hará evolucionar. Porque lo tumbado, nos enseña a centrar y estabilizar el cuerpo perfectamente, para cualquier tipo de inclinación.
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