sábado, 9 de julio de 2016

Naturaleza viva


La escalada no solo es un deporte.  La otra forma de vivir la experiencia la encontramos en la variación de rocas y paisajes. 

Cada tipo de roca tiene su forma de agarrar y pisar. El granito lo escalamos de frente o en oposición, muchas veces sin pisar nada en concreto. La roca blanda la tratamos con cuidado de no descomponerla y la caliza con mucho tacto para no cortarnos las yemas de los dedos.

Escalar en zonas volcánicas te llena de energía. En arenisca se mete arenilla por las orejas y los ojos y en la costa las rocas te impregnan de su textura marina.

La piedra también tiene su olor y ninguno de sus recorridos es igual a otro.



Mancha roja. Cicera 


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