Un acantilado de mar, dos hombres intrépidos, coherencia e improvisación. Todo junto en una mezcla de sonidos, golpes de mar que asustan y gritos que no se oyen. Esta vez bajamos al mundo frio y húmedo del mar.
Nos turnamos en el rapel y en los largos de cuerda, recorremos el cortado de un extremo al otro y ascendemos por la laja de unos 30 x 30 metros que está separada de la pared.
Llegamos arriba y salimos del cortado. Nos sentamos en la hierba a mirar el paisaje y ya somos los reyes del mar!
El descenso
Segunda tirada. Preparándonos para comenzar la travesía horizontal
Tercera tirada. Ascenso por el borde de la gran laja separada
Cuarto momento, tocando el suelo
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